(Escrito en 2012)
https://www.youtube.com/watch?v=dX3k_QDnzHE
Hay canciones que sobrecogen con tal fuerza que una vez escuchadas,
durante un periodo de vida, no puedes dejar de volver a poner y
escuchar. Mi último descubrimiento ha sido el grupo musical M83; cuyas
canciones “Steve McQueen” y “Midnight City” estoy quemando a más no
poder. La música es vitalidad, energía, pasión; por eso vivir sin ella
se nos hace muchas veces tan cuesta arriba. Una canción que te guste es
ese respiro siempre necesario; transporta la mente a infinidad de
lugares recónditos, desconocidos, casi inimaginables, voraces. Hace que
nos olvidemos de la insignificancia de la vida, por una parte, y por
otra, consigue que seamos conscientes de la propia absurdidad que rodea a
y es la misma vida. Un mundo sin música sería un mundo mucho peor, o
cuanto menos, mucho más aburrido. La música es fundamental, por ejemplo,
en el cortejo, y también para la actividad física y cerebral. Aparte
de para socializar o sencillamente ligar; ¿cuál es el motivo por el que
nos reunimos en discotecas, pubs, baretos, chiringuitos, fiestas al aire
libre, casas de amigos o conocidos, etc.? Para desinhibir nuestro
cuerpo y nuestra mente, yo contestaría; porque una vez uno se deja
llevar por el ritmo de la música, ésta atraviesa la barrera
hematoencefálica y se incrusta en el cerebro, pocas cosas pueden hacer
que se salga del trance, el éxtasis experimentado. Sólo el miedo a hacer
el ridículo, a lo que piensen los demás imbéciles del local, a no
llamar la atención, a evitar que se burlen de ti,... puede privar de
unas sensaciones universales y al mismo tiempo únicas. Es como el sexo,
pero con otros matices, y quizá (solamente quizá) en otra vertiente. Se
olvida quién nos rodea, o precisamente nos acordamos sólo de alguien
especial; el caso es que los pensamientos inundan la glándula del
placer: liberando hormonas de la felicidad, convirtiendo un instante
amnésico en un estado dionisíaco. En realidad no hace falta ni moverse
de la silla, el asiento, el sillón, ni cambiar la posición horizontal,
vertical u oblicua. Simplemente con cerrar los ojos uno es capaz de
notar las vibraciones que recorren el cuerpo, pequeñas descargas
eléctricas, un reset cotidiano etéreo y temporal pero inmensamente
placentero. En cierto sentido, la música es una de las drogas más
poderosas que existen en la Tierra, en el universo, la galaxia.
domingo, 10 de abril de 2022
Música como anestésico
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