domingo, 10 de abril de 2022

Dallas Buyers Club, de Jean-Marc Vallée

 (Escrito en 2015)

Una excelente pieza de cine sobrio y de denuncia a cargo de Jean-Marc Vallée, que al contrario que en la sobresaliente C.R.A.Z.Y. y la notable Café de Flore deja las excentricidades de la casa de lado para centrarse en el relato de un hombre -y tangencialmente los más próximos- que está infectado con el VIH en los años ochentas. Es la historia personal de un texano -con lo que implica ello, Texas es uno de los sitios más consevadores (eufemismo de racista, homófobo y demás lindezas) de los Estados Unidos- al que tras quedar inconsciente le dicen que tiene VIH y le quedan 30 días de vida. Ante el desconocimiento de la enfermedad en la época -el tío pensaba que sólo los maricas y drogadictos de jeringuilla podían infectarse- observamos la evolución en la reacción personal del afectado, así como de la gente que le rodea. Ante todo estamos ante un tipo duro, un cowboy, que no entiende e insulta a los maricones, y que a su vez ve como sus amigos y compañeros de curro le repudian por "ser mariquita"; descubre que la enfermedad no tiene cura, que existe un tratamiento en fase clínica con AZT proporcionado por una multinacional farmacéutica (en una de las escenas escuchamos a través de la TV "el medicamento aprobado del mercado estadounidense"...), que es posible un mercado paralelo para conseguir medicamentos no aprobados por la FDA (Food and Drug Adminsitration) americana, etc.

El film consta de dos grandes vertientes: la situación-vivencia personal del protagonista, soberbiamente interpretado por Matthew McConaughey, y la lucha entre éste y el Estado opresor, siempre desde el prisma del héroe solitario. Transmite emoción y ternura la relación de verdadera amistad que establece con un maricón draq-queen, también interpretado de forma exquisita por Jared Leto, así como la que se produce entre el mismo y una médica del hospital de la ciudad de Dallas. En el plano humano la obra está muy conseguida, a lo que hay que sumar el acierto en la interpretaciones de actores y actrices. Pero el quid de fondo y el que perdura una vez finaliza el visionado son las dudas que deja acerca de los intereses de instituciones gubernamentales como la FDA que en teoría velan por los intereses de los ciudadanos pero que en muchos casos parecen mucho más que puestas y dispuestas al servicio de las grandes farmacéuticas, o sencillamente de quien más dinero tenga.

No hay comentarios:

Publicar un comentario