miércoles, 16 de marzo de 2011

Dietario Voluble, de Enrique Vila-Matas

Leer a Vila-Matas siempre es un placer; envuelve todo en un halo de misticismo y romanticismo; con ese ritmo acompasado, esa prosa poética, esa sutileza para dejar en evidencia, esa admiración que procesa a los escritores de verdad. Y sobre todo, hace parecer, a los tontos (y a los no tan tontos), inteligentes. Cuando leo a Vila-Matas me ocurre, que además de sumergirme profundamente en la lectura y ser partícipe de un relajante y extasiante placer, me siento inteligente. Y es que el autor tiene una voz y un estilo inconfundibles y tremendamente seductores. Es muy difícil no caer rendido a sus pies. Disfrutar de un Vila-Matas es como darse un baño caliente con espuma, mucha espuma, en un frío y húmedo día de invierno. Nos devuelve al niño que llevamos dentro: al menos yo hace tantísimo que no me doy un baño... desde que era pequeño, corroboraría. El tiempo se detiene, no sólo se detiene, sino que vuelve a recónditos lugares pasados, que recuerdas con gratitud.

Dietario Voluble es, por tanto, un libro indispensable para todos los fanáticos del escritor-artista. Una pieza de indudable calidad, donde a través de notas, se va mezclando realidad y ficción; aparecen reflexiones a partir de citas o viceversa, comentarios e interpretaciones de libros, situaciones cotidianas, intimidades y pensamientos, reflexiones, crítica a la sociedad (sútil pero radical y feroz), creatividad, metaliteratura y metacultura. Bluuurrrrrrrrrrr.... creo que soy un Vila-Matas-adicto.

Además, finaliza con una incertidumbre hasta el momento no resuelta: ¿Quién es Antoni Casas Ros? ¿Verdaderamente existe o es sólo un pseudónimo? Yo por el momento, me muero de ganas por leerlo.

Título: Dietario Voluble
Autor: Enrique Vila-Matas
Editorial: Anagrama (Colección Compactos)
275 páginas

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