miércoles, 25 de diciembre de 2019

Barbazul, de Kurt Vonnegut

Escrita desde una perspectiva irónica y con un cinismo cándido y encantador, el narrador Rabo Karabekian da un repaso a los eventos importantes de su vida (ya supera la barrera de los 65 años) a los que une las situaciones recientes en esta especie de diario-autobiografía fragmentaria. Pese a que objetivamente podríamos decir que ha tenido una vida ficticia interesante (sus padres engañados antes de nacer él, pupilo del artista más conocido de su época en Estados Unidos Dan Gregory, miembro del grupo de expresionismo abstracto y codeándose con Pollock y Kitchen, rico por accidente, implicado en una guerra donde perdió un ojo, etc.), lo mejor de esta novela es su forma de contarlo: quitándose importancia y adoptando una postura irónica y crítica con respecto a sí mismo, a los demás, a sus vivencias y a la de los demás. Digamos que en su repaso de la vida y por añadidura de la época en que le tocó vivir desmitifica todo lo acontecido y le da un barniz de realidad común, no rehuye lo ridículo sino más bien lo enfoca. Leemos toda la novela con una media sonrisa de complicidad, con algunos momentos especialmente graciosos o perturbadores o lúcidos, entre los que cabe señalar:


Podemos leer entre líneas, por ejemplo, críticas a la concepción de arte y el mercadeo de este, a la forma de vida y extravagancias de los millonarios, a la guerra y sus consencuencias, a la incapacidad para establecer relaciones humanas profundas, a la burbuja del alquiler y los barrios que se ponen de moda (tenía alquilado un estudio en Manhattan en la época en que los artistas aún se podían permitir alquilar); o hacer cierto enfoque hacía el papel secundario de la mujer en momentos trascendentales de la humanidad, el trasvase de capital intelectual de París a Nueva York, la concepción de fracaso y éxito, etc.

Además, cuando pensemos en un almacén de patatas ya nada será igual (tiene que ver con el título del libro).





El final, in crescendo, da para reconciliarse.

Valoración: 7/10.

domingo, 8 de diciembre de 2019

La promoción del 49, de Don Carpenter


Una obra breve pero muy valiosa; una pequeña joya; el estilo seco, rápido, afilado, directo, en el que encaja las palabras precisas, no exento de "digresiones narrativas" (que para mí es pasar de contar una cosa a otra sin que por ello la narración se resienta, sino al contrario), es absorbente y magistral. Con esa prosa tan sencilla (y en realidad tan difícil) logra transmitir sensaciones y sentimientos al lector, además de hacerle asimilar lo contado. El libro se basa en una serie de relatos o anécdotas donde intervienen protagonistas comunes de un instituto en la edad de adolescencia, y con él creo que Don Carpenter mitifica dicha edad que precede a la adultez, tanto en lo bueno como en lo malo: la capacidad de enamoramiento, el sentirse excluido del mundo, la firmeza de la amistad, el actuar como si la vida fuera a ser eterna (o fugaz, según desde el punto de vista en que se mire), la capacidad de caer en ensoñaciones. El final -los dos últimos relatos- es abrupto y lúcido. Creo entrever cierta nostalgia e, interpretación personal: el autor nos viene a decir que comparado, el mundo de los adultos es una mierda.

A su vez, me gustaría resaltar un pasaje que es prueba de que la narración esconde mucho más tras la prosa precisa y lacerante: como queriendo hacer ver que lo de la alta cultura es un mito y que cualquiera es capaz de apreciar una obra considerada de altos vuelos (en este caso musical), y que cualquiera tiene o puede desarrollar sensibilidades de los así considerados eruditos.



Valoración: 7,25/10