viernes, 19 de abril de 2019

UNCLE HOWARD,de Aaron Brookner (2016).



El planteamiento del film es atractivo y atrayente, vemos construir (o desarrollar) un mito
acerca de su tío, fallecido prematuramente director de cine. Enseguida, según se nos
muestra con quienes se codeaba (Burroughs, Jarmusch, DiCillio entre otros) intuimos lo que
pudo haber llegado a ser como director de cine Howard Brookner. La frustrada proyección
de su no-carrera como cultivador de arte es una trama importante, aunque no la única, ya
que a través de la investigación filmada del sobrino (ya crecido) y director de este
largometraje Aaron Brookner, reconstruye retazos de la vida personal de Howard; también
es central la relación de y la admiración que profesa Aaron hacia su tío. Es indudable el
atractivo y el encanto (como bien se comenta) de Howard, y a través de las palabras de sus
compañeros de época y trabajo podemos intuir el talento natural que tenía el protagonista,
además a partir de las palabras de los otros podemos imaginar cómo eran sus relaciones y
cómo vivía, asimismo los retazos filmados por él mismo e insertados
convenientemente en la película nos dan flashes de su manera de hacer y proceder.
Simplemente por la forma en la que está compuesta Uncle Howard, con esas inserciones
constantes de documentos visuales de otras épocas que complementan a las imágenes
actuales, con la rememoración del pasado a partir de dichos diversos documentos,
buscando distintas voces (y fuentes) autorizadas, desde la humildad (¡sí, la grandilocuencia
en esta obra llega en todo caso a través de lo transmitido!), haciendo volar la imaginación,...
merece la pena ser visto. Podríamos ponerle pegas en el sentido que quizá es demasiado
fragmentario o acrítico, que apenas logramos vislumbrar la superficie de una persona muy
interesante, pero seguro que su tío estaría orgulloso de lo hecho por Aaron. Asimismo, es
un film que muestra la contundencia con la que la enfermedad del sida causó estragos en
los años 80, así como la visión de aquella época acerca de la homosexualidad (para bien y
para mal, según los entornos y los casos), y que finaliza con un mensaje muy potente: no
importa tanto la edad con la que mueras sino si has hecho lo que has deseado durante ese
tiempo. Y la tristeza por la muerte de su amigo…rodada por Howard filmandóse a sí mismo, es admirable y asombrosa, por el elemento identificativo, ¿quién no ha bailado y/o escuchado música, a solas, por tristeza?

(Foto: Sundance Film Festival (https://variety.com/2016/film/reviews/uncle-howard-review-sundance-1201689564/))

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